17 Jun Adolescencia y autismo
Cuando hablamos de adolescencia en el autismo es importante empezar aclarando la diferencia entre la pubertad y la adolescencia. La pubertad hace referencia a los cambios físicos que se producen en el cuerpo de los chichos y chicas hasta llegar a la maduración sexual, y la adolescencia se refiere al proceso de transición emocional y social de la niñez a la adultez. Esta diferenciación es importante porque en el autismo a menudo ocurre una “desincronización” entre ambos procesos. El niño/a con TEA suele presentar una inmadurez en la mayoría de los aspectos sociales y emocionales, lo que hace que muchas veces oigamos frases del tipo “es muy inocente” o “todavía le gustan cosas de cuando era pequeño”. Es muy común que no veamos esta madurez socioemocional hasta los 18 o 20 años, a veces incluso más tarde, sin embargo los cambios físicos propios de la pubertad se producen en el momento esperado, habitualmente entre los 10-14 años.
Para poder ayudar a los chicos y chicas con autismo a comprender todo lo que les está ocurriendo en esta etapa de cambios, os detallamos algunas recomendaciones:
– Habla con ellos de los principales cambios que se van a dar en su cuerpo. Una de las bases para comprender la pubertad es hablar de forma clara de los cambios que se van a dar en las partes de su cuerpo. Para ello podemos ayudarnos de historias o guiones sociales.
– El autocuidado y la higiene. En esta etapa observamos cómo los adolescentes empiezan a sudar más, la piel es más grasa por lo que aparecen granos, el pelo se ensucia más, etc. Esto implica que tengamos que explicarles la importancia de ducharse a diario, y puesto que puede ser más complicado supervisarlos cuando se están duchando, también tendremos que incidir en los pasos para lavarse “bien” dentro de la ducha. Otros aspectos como afeitarse, uso de sujetadores, compresas, o uso de desodorante también son temas importantes a tratar. El terapeuta ocupacional puede ser de gran ayuda a la hora de aprender estos aspectos y adaptarse a los cambios. Su intervención en muchas ocasiones se centra en el autocuidado y por tanto puede ser un recurso muy apropiado en este momento en el que las familias se encuentran desbordadas.
– En esta etapa aumenta el deseo sexual y por tanto la exploración corporal. Es por tanto muy importante enseñarles los conceptos sociales de “público” y “privado”. Podemos crear una lista de lugares públicos y privados incluyendo las actividades que se pueden realizar en cada uno de ellos con ayuda de apoyos visuales.
– Por último, otro aspecto que preocupa mucho a las familias es la seguridad. Personas conocidas o desconocidas y contacto corporal adecuado e inadecuado (qué partes del cuerpo se pueden tocar y que partes no se pueden tocar), son temas que debemos tratar con nuestro hijo o hija adolescente. Esta explicación debe acompañarse de de apoyos visuales y/o juego de roles.
Para más información os recomendamos el siguiente enlace donde encontraréis toda esta información más desarrollada.
https://www.autismspeaks.org/sites/default/files/recurso-sobre-adolescencia-pubertad.pdf
Elena Carratalá
Psicóloga especializada en el Trastorno del Espectro Autista
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