28 May La estimulación del lenguaje en las primeras etapas
En ocasiones, el primer síntoma de alarma que aparece en niños con TEA, está relacionado con el lenguaje, sea por el retraso en la aparición, la pérdida durante un tiempo o las peculiaridades.
Hay una gran diversidad de perfiles lingüísticos en los niños con TEA, desde la ausencia total de código oral hasta manifestaciones más o menos sutiles de alteraciones pragmáticas (es decir, el uso del lenguaje para comunicarse). Ahora bien, la mayoría de los niños con autismo aprenden a comunicarse siempre que tengan ayuda suficiente y sea adecuada.
La dificultad en la interacción social, la baja iniciativa social y la pobre participación, da como resultado que los niños tengan menos oportunidades para escuchar, aprender lenguaje y responder a él, por tanto necesitamos aumentar sus oportunidades de interacción social.
“Los niños aprenden el lenguaje comunicativo a través de la interacción social”
¿Qué estrategias podemos usar para fomentar el desarrollo del lenguaje?
Imita los sonidos que el niño hace: cuando su hijo/hija esté jugando y emita algún sonido, acérquese e imite el sonido, espere a que el niño vuelva a vocalizar y vuelva a imitar. Mantenga, de esta manera, una conversación con turnos para emitir sonidos.
Aprovecha actividades de la vida diaria como el momento del baño, acostarlo o vestirlo. Comienza el juego de vocalizaciones, esperando a que el niño responda con otro sonido. Así, el niño va creando la habilidad de sostener la interacción por turnos, tomando él la iniciativa o siendo capaz de responder a nuestros intentos.
Utilice onomatopeyas o voces de animales para favorecer la imitación de sonidos, como: “tic-tac” del reloj, “chuchu” del tren, “Brrrr” del coche, “miau” del gato, entre otros.
Haga sonidos divertidos mientras está jugando: explosión de labios, chasquido de lengua, cuchicheos, utiliza otras expresiones faciales como abrir mucho los ojos.
Observa las reacciones de su hijo y repite los sonidos que atraigan su interés y atención.
Espera a que de alguna respuesta, la cual puede ser un movimiento, una mirada o sonido y vuelva a iniciar interacción.
Incorpore canciones en las rutinas de juego. Las canciones proporcionan la oportunidad de escuchar palabras de forma rítmica y predecible.
Usa un lenguaje sencillo, añade palabras asociadas a las acciones que realiza el niño.
Para contribuir a que se den interacciones emotivas con propósitos comunicativos, hay que mostrar alegría mientras intercambiamos expresiones faciales, sonidos, gestos y palabras.
Estos primeros pasos ayudan a los padres a ser más conscientes de las dificultades que presenta el niño y a impulsar su desarrollo.
Soledad Alberdi
Logopeda
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